viernes, 20 de enero de 2017

Última expedición de Morales, versitos zumbones



 Durante la Guerra de Independencia el ingenio popular expresó a través de canciones y versos su visión sobre la dominación española, la ofensiva de los patriotas o de los realistas - según el lado donde se estuviese - la participación de las mujeres, entre muchos otros aspectos que animaron la Magna Guerra, tal como lo afirma el escritor Lubio Cardozo, en su Antología de la poesía venezolana escrita en la Guerra de Independencia:

“Abundan, pues, durante la Contienda las composiciones en verso. Coplas, romances, madrigales, décimas, canciones patrióticas, himnos; todos para espejar episodios notables, personajes destacados de la epopeya, o la exaltación del pueblo heroico a sus libertadores. Su carga emotiva, su placer estético, su efecto lúdico se encuentra en la glorificación de los valores patrióticos, de la valentía, del heroísmo, de lo sorprendente y fúlgido de los episodios narrados; o lo más frecuente, en la ironía, el sarcasmo, la sátira, el efecto humorístico…”

En el caso de Mérida, Tulio Febres Cordero recogió algunos versos sobre la Contienda en la ciudad de la Sierra. Uno de estos versos recuerda la última expedición de Francisco Tomás Morales en territorio merideño en 1823, donde sale derrotado por los Republicanos en el combate librado en el Cerro Mariño, en Tovar, quedando así la provincia de Mérida liberada definitivamente del imperio español.

Apunta don Tulio Febres Cordero que “…cuando este jefe realista pretendió en vano la reconquista de la Cordillera, invadiéndole con un cuerpo de tropas. Las autoridades republicanas y los vecinos de Mérida, abandonaron por el momento la ciudad, dejándola silenciosa y desierta como un cementerio. Esto infundió temores al jefe realista, quien optó por pasar de largo y acampar a la intemperie en pleno Llano Grande. 
Los versitos zumbones dicen así: 
      
      Vino Morales,
vino y siguió,
porque en las calles
a nadie vio.
      Tilón, tilón.

      Rompió el silencio
la libertad,
rayos y truenos
pronta a lanzar.
      Talán, tatán.

      Viendo el canario
la Tempestad,
a todo paso
se fue a embarcar.
       Talán, tantán.

      ¿Vendrá otra vez?
nunca jamás.
Talán, tantán”.


Fuente:  
Cantos y versos de la Guerra: Bicentenario de la Independencia 1810 – 2010. Belis Araque, Beatriz García (compiladoras). Mérida. FUNDECEM, 2010. pp 7-8, 24-25.

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