jueves, 4 de febrero de 2016

Hernando de Cerrada


                   
                             


Lugar donde estuvo la casa del Capitán Hernando de Cerrada, conquistador y de los primeros pobladores de Mérida. Esta casa perteneció al Dr. Hugo Parra Pérez presidente del Estado Mérida entre 1937 a 1941. Ubicación: Avenida 4 Bolívar con esquina calle 19 Cerrada. (Fotografía entre 1937 a 1941)



Nació en Higuera de Vargas (Badajoz) Extremadura, España en 1532. Figuraba en el logo de conquistadores que llegaron al Nuevo Reino en la hueste de Quesada, según Fray Pedro Simón. Casado con Juana Mejia, alcanzó todas las calificaciones dadas en atención a las calidades jurídicas, socio-económicas y político-religiosas a que se hacían merecedores quienes venían a las nuevas tierras de América. Dichas calidades eran: conquistador, poblador, pacificador, benemérito y vecino. Conquistador, los primeros que entraban a la conquista de las provincias, era la calificación más honrosa, tanto para él como para sus descendientes. Pobladores, los que se establecían en la ciudad como primeros vecinos, ayudando a los gastos, conservación y gobierno. Pacificadores, los que después de las primeras entradas ayudaban a someter a los indios revelados o a los españoles alzados. Beneméritos, los descubridores y otras personas que servían en tiempos de guerra frente a otras naciones y en tiempos de paz en cargos y oficios comisionados. Vecino, calidad de mayor valoración después de la erección de la ciudad, constituía un privilegio en sí y un requisito para optar a otros derechos y oportunidades que se traducían en privilegios más tangibles.
Las calificaciones también eran de tipo simbólico como el apellido y la condición de ser cristiano. El apellido de los primeros conquistadores fue signo de prestigio y honor, que luego se tradujo en poder, honra y fama para él y sus descendientes. El ser cristiano era signo de valía social, sobre todo en una localidad pequeña donde las relaciones eran más directas y personales.
Hernando de Cerrada se desempeñó como autoridad municipal durante varios períodos y en distintos cargos: fue regidor en 1576, 1578-1579, 1582 y 1587; alcalde ordinario en 1577 y 1593 y corregidor y justicia mayor en 1577 y 1578.
Por los servicios prestados la Corona Española lo compensó con encomiendas y mercedes de tierra. Las encomiendas que poseyó fueron: la del Valle de Timotes, pueblo de Mucugua (en la Mesa de Capitanejo), el pueblo de Mucumbas, el pueblo de Mucuchachopo y los naturales de Mucaria (cerca de Tabay, por San Jacinto). Obtuvo también concesiones de tierras en los alrededores de la ciudad de Mérida, una estancia en La Punta, hoy parroquia Juan Rodríguez Suarez, un hato en Tabay y un pedazo de tierra en el camino que va a Trujillo para hacer una venta o posada (de donde se originó el nombre del sector que actualmente se conoce como La Venta). Así mismo en su declaración de bienes en 1605 dijo tener estancias en Gibraltar y esclavos negros.





 
















 
La Universidad de Los Andes es su actual propietaria (Fotografía de Nallyd Rafael Pérez 2015) 




 En: Picón Lares, Roberto. Fundadores, primeros moradores y familias coloniales de Mérida (1558-1810). Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1993. N° 224, serie: Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela.