Las
apuestas de aguinaldos
Uno de los juegos
tradicionales en Mérida, ya desaparecido, son los llamados “apuestas de
aguinaldos”. Se comenzaba generalmente en el inicio de las misas de aguinaldos,
hasta el día de nochebuena. Participaban tanto las personas adultas como los
jóvenes y niños en pareja. La apuesta acordada entre ambos jugadores consistía
en algún objeto, dinero o golosinas que debía dar el perdedor al ganador.
Existían varias modalidades de juego entre ellas podemos citar:
Pajita
en boca: consistía en mantener una pequeña hojita o ramita de
una planta en la boca, y cada vez que el contrincante con el que se acordó la
apuesta le exigía mostrar la pajita diciéndole, “pajita en boca”, éste debía
hacerlo, de lo contrario perdía la apuesta.
Dar
y no recibir: durante el tiempo de la apuesta la
pareja de jugadores no debía recibir nada que le ofreciera su contendiente.
Cada uno brindaba algún objeto o golosina de preferencia del oponente con la
intensión de hacerlo perder la apuesta.
Estatua:
el retador al ver al contrincante le decía “estatua” y éste debía quedarse
inmovilizado en la posición en la que se encontraba y por el tiempo que
determinara su retador.
El
beso robado: consistía en dar un beso en la mejilla
del oponente sin que éste tuviese oportunidad de evitarlo.
Hablar
y no contestar: se trataba de permanecer callado y no
contestar las preguntas realizadas por el otro jugador, bien directamente o en
una conversación grupal. Tenía que haber viveza en el dialogo para que en un
momento de descuido respondiera el oponente y perdiera la apuesta.
Bibliografía consultada: Expresiones
Merideñas. Belis Araque (compiladora) Mérida, Fundecem, 2010, pp. 118-119.
Presas Álvarez, María
Isabel y Pedro M. Ortiz Vergara. Mérida
Profunda I: festividades Navideñas. Mérida, Ediciones del Rectorado, 2008,
pp. 42-43.