domingo, 17 de julio de 2016

ELOGIO A MIRANDA


La Apoteosis de Miranda de 1896 y su aporte al patrimonio cultural del estado Mérida.

La primera celebración para conmemorar al Precursor de la Independencia Hispanoamericana fue realizada en 1896, dispuesta por el presidente de la República Joaquín Crespo, de acuerdo los decretos del 22 de enero de 1895 y de 8 y 10 de febrero, ordenando la celebración de la Apoteosis de Miranda en toda la República el día 5 de julio de 1896, con motivo de los 80 años de su muerte e inaugurarse el cenotafio en mármol en el Panteón Nacional, a la derecha del mausoleo del Libertador.

En Mérida el presidente del Estado Los Andes, doctor Atilano Vizcarrondo nombra una junta directiva encargada de organizar y formular el programa de la festividad,  conformada por José Ignacio Lares, M. Contreras Troconis, Foción Febres Cordero, Lope María Tejera, Miguel Valero, Francisco A. Celis, Victor A. Muller y Mariano Contreras Troconis.

Esta junta funda en mayo de 1896 el periódico La Apoteosis de Miranda, con la finalidad de difundir documentos de la vida y obra de Miranda y dar a conocer las actividades programadas para los festejos, así como escritos históricos y composiciones literarias en homenaje al generalísimo. La redacción estuvo a cargo de los doctores Juan N.P. Monsant, Foción Febres Cordero y Federico Salas Roo e impreso en la Imprenta Centenario, a cargo de Lisímaco Carrillo, hijo.  

Las festividades se realizaron los días 4 y 5 de julio según el programa publicado en hoja suelta de gran tamaño, participaron activamente las autoridades civiles, eclesiásticas, educativas y la ciudadanía. Se celebró un Te-Deum, se pronunciaron discursos, veladas literarias, retretas de la Banda Campo Elías creada para estas fiestas, paseos cívicos, ofrendas florales, fuegos artificiales fabricados por el pirotécnico merideño Asunción Andrade.


En la municipalidad se inauguró el retrato de Francisco de Miranda -se encuentra hoy en la sede de la Biblioteca Bolivariana-, obra del artista Rafael Antonio Pino, pintor, escultor, dibujante, platero, grabador y educador, considerado como el mejor artista plástico merideño del siglo XIX, su obra se encuentra diseminada por el occidente del país.





Tulio Febres Cordero, Rafael Antonio Pino y Jesús María Lamus inauguraron El Salón Artístico: asociación de amantes del arte, donde se exhibieron cuadros al creyón y al pastel, caligrafías, manualidades y curiosidades que llamaban la atención. En este Salón expuso Tulio Febres Cordero una muestra en lámina especial de su obra Foliografía de las plantas de los Andes Venezolanos, en
ofrenda a Miranda en su Apoteosis, presentada en la Exposición Agrícola e industrial realizada en Caracas con tal motivo. Esta obra es de gran importancia, para el arte gráfico en Venezuela, invento merideño del tipógrafo Juan de Dios Picón Grillet en 1870 y perfeccionado por su discípulo Tulio Febres C.; este arte consiste en “la reproducción de la parte foliácea de las plantas a través de la imprenta”; además, es importante por ser el libro con mayor número de ilustraciones editado en Venezuela en el siglo XIX, es un álbum botánico con más de mil grabados y del que sólo se publicaron dos ejemplares, características que lo constituyen en un libro raro. Igualmente es significativo para la historia de la botánica en Mérida, por ser un catálogo con más de 600 muestras de hojas que sirve como testimonio de las plantas existentes para la época en los alrededores de la ciudad de Mérida y de referencia histórica para los estudiosos de la botánica en Venezuela.

 
















El señor José Ignacio Lares llevó  escena la obra de teatro Guayana, pieza compuesta con motivo del problema limítrofe de Venezuela con la Guayana Esequiva. Esta obra fue publicada en ese mismo año de 1896 con el título Guayana: alegría dramática en un acto, por la Imprenta Baralt a cargo de Diego Nucete G.

La celebración de la Apoteosis del héroe fue clausurada con la inauguración del busto de Miranda, hecho en loza, obra del señor Pablo Gazzotti. Este busto fue cambiado por uno de mármol, traído de Italia, por disposición del gobierno del Estado Los Andes y develado el 28 de octubre de 1898 día de la celebración del onomástico del Libertador Simón Bolívar, para entonces día de fiesta nacional. Este busto es el que hoy existe en la plazoleta de Miranda, frente a la iglesia de La Tercera. 


Fuente: ponencia presentada por Belis Araque Calderon, Marly Karelia Useche y Reina Karina Peña en julio de 2006.
Imágenes: Archivo Fotográfico Biblioteca Febres Cordero
 

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