Primeros
bailes públicos y de disfraces.
“CARNAVAL
significa el careta abajo de
todos los que en el mundo estamos, para
que se nos vea la faz verdadera y el alma
limpia, desnuda hasta conocer la realidad
simple
que a escondida llevamos” 1
El
juego de carnaval, como se le llamaba
en Mérida a las fiestas carnavalescas, había sido privilegio de las altas esferas
de la ociedad merideña. La coronación de la reina y los bailes de disfraces se
celebraban en los clubes sociales, a los que no podía acceder el pueblo.
A
partir de 1927 los festejos se popularizaron, se celebró por primera vez en la
ciudad de Mérida, bailes públicos y de disfraces en los espacios de la Plaza
Bolívar y estuvieron amenizados por la Banda “Teresa Carreño”, dirigida por el
maestro Rafael Rivas y contratada por el gobierno del estado presidido por el
general José de Jesús Dávila.
Estos
festejos populares se realizaron también en los pueblos principales del estado
como en Ejido y Tovar y a los que asistió el presidente del estado.
José Rafael Febres
Cordero escribió una crónica de estas fiestas en carta del 10 de marzo de 1927,
dirigida a su padre Tulio Febres Cordero, quien para esa fecha se encontraba en
Barquisimeto.
“El
carnaval estuvo muy bonito y animado, y por primera vez en los anales de ciudad
de la Sierra se vieron bailes públicos de disfraces en la Plaza Bolívar. Es
digno de mencionarse la concurrencia extraordinaria de gentes en las noches
carnavalescas: materialmente no se podía caminar por la plaza, pues en la noche
del lunes se contaron cerca de 200 disfrazados y la gente que concurría a mirar
únicamente era tanta como en las misiones.
Es
de encomiarse el gran orden y circunspección observado en todo el festejo, a
pesar de prestarse a libertades y abusos por su naturaleza, no hubo un solo
arrestado en esos días, con eso está dicho todo. Los bailes sociales efectuados
en el club resultaron magníficos y las carrozas y disfraces de la gente bien
dignos del buen gusto artístico que ha caracterizado a Mérida en este orden de
cosas”2
En
los salones del “Club Mérida” se celebró la coronación de la reina Juanita
Spinetti Dini, hija del próspero comerciante Atilio Spinetti y hermana del
poeta Antonio Spinetti Dini, seguidamente se dio inició al desfile de carrozas
y de vehículos por las calles de la ciudad, acompañados de variedad de
comparsas: cordobeses, tamboreros, girasoles, indias de Haway, apacheras,
moros, marroquíes, chinos. Estos desfiles se repitieron en los cuatro días que duraron
las fiestas (26, 27, 28 de febrero y 1 de marzo).
“La
carroza de la Reina Juanita y su corte fue artística, suntuosa y sencillamente
adornada: el trono colocado a conveniente altura dejaba visible a los ojos de
todos la figura esbelta de la reina (…); las damas de honor vestían graciosos
trajes arcaicos que aumentaban la distinción y prestancia de aquellos cuatro
ejemplares de simpatía, frescura y suavidad. Un enorme y agresivo dragón servía
de guarda a la carroza real…”3 elaborada por Pedro Febres Cordero,
artista y fotógrafo, así como el disfraz del Aviador con su aeroplano ganador del concurso de disfraces
infantiles.
En
esos días de carnaval fue inaugurado el Salón
Diana de Gelsi y Cía. y Aquilino Briceño, frente a la Plaza Bolívar, donde
la numerosa concurrencia disfrutó de Champaña, licores de varios tipos, helados,
confites, etc.
Al
año siguiente, 1928, visitó a Mérida Wilhelm Georgi, agente viajero de la Casa
Merc, quien recorrió las diferentes regiones de Venezuela y dejó como
testimonio de sus frecuentes viajes el epistolario Pequeñas y grandes aventuras de un alemán en Venezuela, 1926 – 1930, publicado
póstumamente.De
sus vivencias durante los días de carnaval que pasó en la ciudad escribió:
“En
Mérida pasé los días de carnaval. Había mucho entusiasmo. Jugaron como
aquí se dice durante cuatro días. En las tardes salíamos a pasear en automóvil
y nos bombardeábamos mutuamente con serpentinas, papelillos, juguetes, etc., y
estábamos muy alegres. Algunos automóviles estaban decorados muy bonitos,
también habían bellos disfraces. Ya que Mérida es conocida por la belleza de
sus mujeres, no faltaba el donaire y gracia de la reina de carnaval, las
gitanas, las libélulas, las españolas y las casi genuinas indias en sus
diferentes papeles. Las frías noches las pasamos bailando (…). Una costumbre
curiosa aquí en Mérida es que todos los días de carnaval bailan en la plaza
(…), es un gran sitio para bailar, y bailan hasta altas horas de la noche sólo
con máscaras, con mucha alegría y desenfrenadamente.” 4
Marcos León Mariño |
Ese
año de 1928, la carroza de la reina Consuelo I, fue elaborada por los artistas
Marcos León Mariño, afamado escultor, pintor y fotógrafo y Pedro Febres
Cordero, representaba una concha marina, muy bien confeccionada tirada por un
enorme y bello coleóptero de amplias y leves alas: un verdadero carro de la
ilusión, según lo describe un periódico de la época.
1
Editorial
del diario Patria. Mérida. N0 716, (18 – 02 – 1928). Director,
redactor y editor propietario Rafael Ángel Rondón Márquez.
2
Biblioteca
Febres Cordero. Sección manuscritos. Archivo Tulio Febres Cordero, Serie Cartas
recibidas.
3 Patria.
Mérida. N0 426, (02 –
03 - 1927)
4
Testimonios merideños.
Carlos César Rodríguez (comp.). Mérida. Ediciones Solar. Universidad de Los
Andes. 1996. Pp 317-318.
Imágenes: Archivo Lampos Merideños/ Archivo Biblioteca Febres Cordero/ Google.com.
Magnifico relato de mi querida y añorada Merida, !!! Merida, Merida !! Merida de mis recuerdos, esos carnavales: las fiestas de disfraces en el Club Democrata, ver desfilar las carrozas y los carros tirando caramelos (dulces, como se les decia ), recuerdo como esperabamos el paso del Dr. Weber(si mal no recuerdo elnombre),quien era famoso, porque pasaba con una camioneta tirando esos caramelos a monton...
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